martes, 3 de noviembre de 2015

MILLAS ROMANAS 2014 ( 100km- 24h)

Era mi tercera prueba y sabía a lo que me enfrentaba, había entrenado algo más que para Madrid- Segovia pero por circunstancias de la vida no lo que a mi me hubiese gustado.
Foto. Antes de empezar la carrera, con los Alangeños con los que compartí mi primera participación en las millas, y a los que tengo mucho cariño. 21:00horas, comienza la prueba, la salida se da con las campanadas de la plaza España de Mérida, en la plaza hay mucha gente animando y despidiendo a los corredores, nos queda un largo camino, yo esta vez también acompañada por mi padre y como siempre cogemos un ritmo bueno, vamos andando, y corriendo cuando el terreno es favorable ya que aunque no lo parezca le ganas tiempo.

Por supuesto no me pasaría lo mismo de la otra vez y desde el minuto uno empece  a ingerir alimento, ahora una barrita, luego algo de chocolate.....en fin.....tenía claro que aunque fuese mi padre la persona que llevaba al lado y mi misión como hija es llevarle la contraria en todo lo que me diga, también tenía claro que a quien llevaba al lado era a todo un profesional del ultrafondo con muchísimas carreras a sus espaldas y con muchísima experiencia por lo que tenía que ser inteligente y hacerme caso y absorber todo lo que me enseñase ya que llegaría el momento en el que él no estuviese conmigo en las carreras.
Sobre el kilómetro veintipico, él ya no podía correr, llevaba el gemelo fastidiado y andar si podía pero correr nada, a si que dejamos de correr, llegamos a Valverde donde nos esperaba la cena, nos tiramos en el pabellón rodeados de un montón de corredores, buena señal porque eso quería decir que por lo menos íbamos en el pelotón, yo no controlaba tiempos ni controlaba nada, eso se lo dejaba a mi padre que además él disfruta con todo eso y a mi personalmente me agobia un montón.
Foto: Estirando después de la cena, mis piernas ya eran un bloque.
Se nos acerca un hombre y nos dice.....vosotros estuvisteis en la Madrid- Segovia??? Joder, un hombre con el que estuvimos hablando un rato en la prueba de Madrid- Segovia y que ahora estaba también en las millas y lo mejor de todo es que entre tanta gente nos había reconocido.....el mundo en este mundillo es un pañuelo.
A mi padre lo veía fatal de ánimos, no tenía muchas ganas ni ilusión por seguir, además nos estaba lloviendo, yo para mí pensaba, madre mía que no se retire porque sino....yo que hago?? me quedo sola?? yo quiero seguir......pero no lo hizo, y se que no lo hizo por mi.
Seguimos palante, la primera vuelta hasta llegar a Merida eran unos 60km por lo que cuando llegásemos a Mérida habríamos pasado el ecuador, veníamos por el camino que va de Alange a Mérida cuando amanecía, la verdad es que el amanecer es un chute de energía y de positividad increible ya llevas muchos kilometros y la noche es muy dura y lloviendo.....ni te cuento. Ya empezaba con los chutes de geles de energía, glucosa.....en fin todas estas guarrerias que nos tomamos en estas pruebas con las que tienes que tener el estomago a prueba de bomba. Empezaba a estar cansada pero mi ilusión era muy grande....

Llegábamos al ecuador de la prueba y yo ya veía la meta, me veía acostada en la cama abrazada al miliario.....Mi primer miliario..... y mientras soñaba en voz alta mi padre me dijo......"muchacha, que nos quedan muchos kilómetros todavía que pueden pasar muchas cosas" Pero yo seguía con mi ilusión, la verdad es que llevaba razón, si todavía nos quedaban 50km andando, si ya estaba cansada y dolorida, lo que vendría a partir de ahora sería peor seguro.

Llegamos a Mérida, hora del desayuno, me comí un pequeño bocadillo mientras estiraba, me quede dormida tirada en el suelo con las piernas en la pared y mi bocadillo en la mano......fueron unos minutillos pero.....yo creo que hasta pude soñar, rápido me levante, cogí la mochila, recargue agua, cambio de ropa y otra vez en marcha....No había duda era de los "locos", de esos que os decía antes que yo veía desde la organización dormirse en el pabellón y después reanudar la marcha, pues de esos, de esos era yo.

Ya notaba como me iba quedando atrás y madre mía ya empezaba a sufrir, otra vez que veía como los demás me iban adelantando y otra vez que me empiezo a quedar sin fuerzas, que será que cuando llevas muchos kilómetros el estomago parece que se te da la vuelta, te empieza a dar asco el agua, las isotónicas, la fruta.... 
Llovía, unos escalofríos horrorosos y empapada de pies a cabeza, pero esta vez ya sabía a lo que me atenía, sabía lo que me esperaba con lo cual....cabeza abajo y palante y andar y andar, de nada servía quejarme, de nada servía querer sentarme, cuanto más rápido andase antes terminaría todo aquello, la verdad es que soy una persona que si que soy muy quejica en mi vida cotidiana pero aquí es algo que he aprendido, no sirve de nada.
Pd. Km 70 aproximadamente, nos juntamos con la salida de la mini que son 50km, gente fresca y buen ambiente.
 Cuando vas mal o sufres por la inclemencias del tiempo, si hace mucha calor, si llueve a cantaros si hace viento sea lo que sea lo mejor que puedes hacer es correr e ir lo más rápido posible para terminar cuanto antes porque el que va a tu lado está igual que tú con lo cual.....no sirve de nada quejarte, ni que te sientes, nadie te va a llevar a cuestas ni te va a poner un paragüas para que tu vayas mejor, eres tu, tu la que tiene que salir sola de todo eso sacar fuerzas de donde no te queden y cuanto más rápido lo haga mejor.
La comida la hicimos en Mirandilla, allí estaba Angel colaborando como cada año y vestido de guardia civil, animando al personal pero yo ya no tenía ánimos ni nada, los pies los llevaba inchadísimos y la zapatilla me había quedado pequeña, otra novatada, para los que empecéis con esto, compraros siempre un numero más porque es increible como pueden llegar a ponerse los pies, llevaba desde la goma del calcetin todo el gemelo hacía arriba la pierna amoratada de la presión de la zapatilla y el calcetín, (no me volverá a pasar). Me senté en una silla que me saco Angel y allí me quedé, era como si escuchase las conversaciones que tenían de fondo pero nada fuese conmigo, no tenía fuerzas para hablar solo quería descansar, estaba completamente ida y daba cabezadas sentada en aquella silla pero me sobresaltaba mucho, cuando despertaba, el corazón se me ponía a mil, nos levantamos y seguimos.

Llegamos a proserpina, parecía que nos animabamos al ver gente en los chiringuitos y algo más de ambiente..... Allí vinieron a esperarnos Nieves, Angelito, Paco Corado y Maribel, yo ya estaba en estado de... no soy persona. Pero ahí, mas chulos que un ocho como si fuesemos sobraos nos sentamos en un chiringuito y nos invitaron un refresco, había que tener en cuenta que Angelito y Paco Corado ya habían terminado la prueba y habían estado en sus respectivas casas descansando y a media tarde decidieron ir a buscarnos...... una pasada vamos...
Recuerdo que Nieves me miraba la cara y me decía....Marlen no vayas a retirarte ahora!!!!, ni se te ocurra tienes que seguir como sea.
Iba derrotada pero en ningún momento se me pasó por la cabeza abandonar y menos cuando quedaban unos 15km aunque fuese a rastras yo llegaba. Bueno pues.....vamos dirección Mérida y todo el que conoce el camino de proserpina- Mérida se puede imaginar lo que nos quedaba, la cuesta a la cruz y ya por asfalto, con los pies llenos de ampollas, de heridas y encima que no me cogían ni en la zapatilla, al andar por el asfalto parecía que me ardían, que me clavaban mil clavos en la planta en todos los sitios donde llevaba las ampollas, desde abajo miraba y me dije a mi misma.....no levantes la cabeza, mira al suelo y palante, nos juntamos con un grupo de chicos que iban.....poco más o menos como nosotros, hechos polvo, pero yo ya no quería hablar ni quería nada....solo llegar, nos azotaba un solato tremendo, las ampollas en los pies me mataban aunque tengo que decir que después de alguna que otra prueba y viendo como llevan algunos los pies de ampollas, lo mio no era nada, estaba en un estado en el que....no era ni la persona mas agradable ni la más habladora del mundo, y por fin.....llegamos a Mérida.

Una vueltecita por Mérida y la meta en las pistas del Diocles, mi madre por supuesto en la puerta esperándonos y una alegría inmensa, esta vez no eche ninguna lagrima, solo hacía pucheros porque me las aguanté, jejeje, 23:30 fue lo que tardamos en hacer la prueba y entrando por la puerta mire el arco de meta y estaba una persona que no esperaba encontrar para nada y que me llevé una sorpresa enorme cuando la vi, mi Mari Tere, mi Maite, mi amiga de toda la vida, esa persona con la que me he criado, la que a compartido conmigo y yo con ella los momentos más y menos especiales de toda nuestras vidas y cuando digo toda una vida es toda una vida y ella no quiso faltar, me dio un super abrazo y un beso, yo no era capaz de articular palabra, recuerdo lo único que fui capaz de decirle intentando aguantar las lagrima y fue.....que haces aquí?? Yo no era persona para expresar la alegria que me dio verla pero me sorprendió y me alegre de verla allí, no sabe cuanto, era una prueba muy especial para mi y ella estaba allí.

Recogí el miliario. Mi primer miliario, dormiría abrazada a él toda la noche sin soltarlo porque aquello me había costado horrores. De repente me empiezo a notar un poco mareada y sentía que me caía, menos mal que yo para estas cosas reacciono rápido y le dije a mi madre......me caigo, me caigo, me llevó corriendo a una camilla donde curaban ampollas y esas cosas, que haría yo sin mi madre que esta siempre tan pendiente de mi..... desde allí veía como mis compañeros se hacían la foto y yo allí tirada sin casi poder ni levantar la cabeza, vaya numerito.... fué algo pasajero, ya que estaba allí me curaron las ampollas y las heridas que tenía en los pies.

Me agarré al miliario y foto al canto, que esto tiene que quedar para el recuerdo.
Fue otra nueva experiencia, mucho aprendizaje, conocer tu cuerpo y sus reacciones ante el agotamiento, ante el sobres-fuerzo, no tienes fuerzas para hablar ni para reir ni para nada y cuando piensas que no puedes más, siempre puedes más, siempre,  y conocer tu mente, cosa que en estas pruebas es esencial que tu mente no te juegue una mala pasada, y si ella quiere tu puedes. 

Otro nuevo reto superado y por supuesto siendo en Mérida, mi ciudad y teniendo en cuenta que la otra vez no lo había conseguido, para mi era algo especial, y no, no dormí agarrada al miliario pero si durmió conmigo en la mesilla de mi habitación.
Al día siguiente por supuesto le dí su sitio en el salón de mi casa y allí sigue y seguirá para el recuerdo.
He de decir que participando en las millas la verdad es que me siento super querida, a través de mis padres conozco a mucha gente del club que la organiza que se desviven conmigo cada vez que llego a un puesto de control y jugar en casa siempre es una gran ventaja.
Gracias a los colaboradores por como os portáis siempre.

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